Mientras escribía “Eliminar el paro ES POSIBLE trabajando menos”
mi ilusión era grande, pues estaba poniendo cuerpo a una propuesta capaz de
eliminar o, al menos, reducir drásticamente el problema más grave que padece
nuestra sociedad: el paro. Pero después esa ilusión se ha ido difuminando a
medida que me daba cuenta de lo difícil que me resultaba difundir esta
propuesta: he realizado entrevistas, he escrito artículos, he llevado a cabo
presentaciones en foros académicos, políticos o ciudadanos, he creado un blog y
todo lo necesario para estar presente en las redes sociales… pero el eco de mi
voz aún es bastante limitado. No esperaba ser un cuchillo cortando mantequilla,
pero dado que el tema es de tan crucial y urgente actualidad confiaba en
conseguir encender alguna que otra llama, abrir al menos algunos foros de
debate y que la propuesta se analizara, criticara o se discutiera en diferentes
colectivos sociales y económicos.
A no pocos colegas les he expuesto
esta mi pequeña frustración y algunos me han sugerido la colectivización y
posterior movilización de la idea, es decir, encontrar partidarios dispuestos a
firmar conjuntamente la propuesta contenida en el libro. Cuantos más
partidarios encuentre y cuanto más renombre tengan estos, mayor difusión tendrá
la idea. Y barajando esta sugerencia estaba cuando me he encontrado (más bien
me han encontrado a mí) con el colectivo “Roosevelt 2012”, originario de Francia,
un grupo de economistas, políticos, intelectuales, filósofos, etc., que redactaron
un manifiesto en el que proponen una solución al estilo de Franklin D.
Roosevelt para la crisis actual. Entre los firmantes destaca el ex primer
ministro Michel Rocard y dos economistas muy cercanos a él, Pierre Larrouturou
y Stephane Hassel.
El colectivo Roosevelt 2012 denuncia
el control que ejerce el mundo financiero sobre los gobiernos y propone las
mismas reformas que instituyó Roosevelt en su momento para hacer frente a la crisis y crear un orden
económico y social más justo y sostenible. Su ideario lo componen 15 medidas
valientes, y, entre ellas, me complace descubrir una en la que se aborda la
necesidad de compartir el tiempo de trabajo, la número 13, que es completamente
fiel a las ideas esbozadas en el libro “Eliminar el paro ES POSIBLE”. Aquí dejo
el documento redactado por este colectivo: “Propuesta13: Negociar otro reparto del tiempo de trabajo”.
En este documento se pueden encontrar párrafos tan
elocuentes como el siguiente:
Desde 1 974, el PIB casi se ha duplicado:
¡nunca hemos visto tanta abundancia!
Desde 1974, la productividad ha avanzado a
pasos de gigante: ¡nunca habíamos sido tan eficientes!
Desde 1974, el número de mujeres que
trabajan se ha incrementado sustancialmente y nuestra natalidad es la mayor de
Europa: ¡nunca antes hemos sido tantos en querer trabajar!
Como tales, estos hechos merecerían ser
buenas noticias. Pero como nuestro contrato social está siendo bloqueado, como
la duración real de la jornada laboral ha disminuido muy poco en treinta años
(y que la crisis provoca reacciones de crispación más que de cambio), esta acumulación
de buenas noticias desemboca en un escándalo, en un sin sentido absoluto: en
vez de beneficiar a todos, los aumentos de productividad, fruto de los esfuerzos
de todos, dan lugar a desempleo masivo para unos y estancamiento de los
salarios y estrés creciente para los otros.
Concluyen que la crisis se debe a la
mala gestión del espectacular aumento de la productividad producido en los
últimos años. Este aumento de la productividad debería haber servido para
trabajar menos y ser más felices viviendo una “vida buena”, como decía Keynes, pero
ha sido apropiado por insaciables financieros, corporaciones y empresarios,
para los que no existe límite a su ambición, para los que las personas sólo
somos números y para los que la tierra
no es inagotable.
Mi afinidad con estas afirmaciones es
total, de ahí que ya me haya convertido en seguidor de este movimiento y al que
espero contribuir desde España con todas mis “humildes” fuerzas. Os animo a
visitar su web y analizar su manifiesto, veréis que no tiene desperdicio y que
es un soplo de aire fresco ante la inmovilidad que nos rodea: www.roosevelt2012.es
Encuentros como este son los que me
reafirman en la idea de que un mundo mejor ES POSIBLE.
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